Un sistema de energía solar térmica se basa en la captación de la radiación del Sol y aprovechamiento de su energía para calentar un fluido como puede ser el agua o el aire. Se basa en el principio de ‘efecto invernadero’ en donde las radiaciones solares de onda corta que penetran en la superficie terrestre incrementan su longitud de onda con el reflejo producido al entrar en contacto con la tierra y el mar. La energía solar térmica consiste básicamente en un dispositivo captador o colector solar (que capta la energía solar) que se encuentra encerrado dentro de una caja hermética impidiendo el escape de la energía acumulada en el interior de la caja. Por ella circula un fluido que se calienta y que proporcionará el agua caliente para las distintas aplicaciones.